miércoles, 19 de junio de 2013

La Doctrina del Shock

¿A qué nos  referimos cuando hablamos de ‘doctrina del shock’? Una doctrina es un principio o creencia incuestionable que se enseña como único camino verdadero,  entregarse a un dogma limita y condiciona la esfera de acción de los sujetos; sin embargo,  puede llegar a ser muy asequible ya que se delega la responsabilidad a un fin último, el cumplimiento de esa serie de normas establecidas a priori.
El shock  puede entenderse como un golpe  o choque que despierta una conmoción,  un sobresalto, un punto de inflexión violento al que normalmente le sigue un sentimiento de desorientación.
Pues bien,  el documental aborda precisamente cómo los grandes defensores del liberalismo utilizan esta estrategia política, económica y militar cuyo fin último es mantener la posición de dominio global aplastando cualquier otro modelo alternativo que pudiera poner en peligro los intereses del capitalismo mordaz.


“Las ideas tienen consecuencias…”


Milton Friedman (1912-2006)
Esta estrategia se basa en las drásticas teorías que popularizó a través de La Escuela de Economía de Chicago, Milton Friedman, profesor de la universidad, al que también nombran como “El otro doctor Shock”, haciendo referencia implícita a Donald Ewan Cameron.  Este último participó en El Proyecto MKULTRA, una técnica de contraespionaje de la CIA cuya consecuencia buscada es la desviación de la personalidad del sujeto al que se le aplica, a través de técnicas de tortura y represión.
Las ideas de los ‘Chicago Boys’ con Friedman a la cabeza, trasladan estas técnicas militares a la esfera económica y financiera. La defensa del libre mercado, la no participación del Estado en la economía permiten que la famosa ‘mano invisible’ haga su consiguiente  labor de autorregulación.
Pero no se quedan ahí, las ‘tesis de shock’ son medidas radicales que precisan de una crisis, un shock que produzca un cambio. Ya no se aplican estas técnicas a un solo individuo, si no a sociedades enteras.  Los principales puntos de mira a los que apuntará  su arma serán aquellos países que defendían ideas progresistas como el Chile de Salvador Allende que abogaba por la nacionalización de productos como el cobre,  pasando a ser propiedad social a través de la participación del Estado, lo que le costó la enemistad de potencias como la norteamericana. Finalmente, tras un golpe de estado fallido, se instaura por la fuerza el gobierno de Augusto Pinochet  y Salvador Allende es asesinado.  Mediante el terror que sigue al cambio, se aprovecha esta situación para instaurar las medidas económicas y sociales que aparecen en la sociedad como  estrictamente ‘necesarias’.
Se trata de derrocar regímenes molestos e instaurar dictaduras militares que respondan al interés del sistema capitalista mundial mediante ideas violentas lanzadas al imaginario social y soportado nuevamente por el miedo.
En este sentido, se observa un paralelismo con la historia que ha ido sucediéndose en Oriente Medio, dónde regímenes como el de Arabia Saudita son creados exclusivamente para responder  a las exigencias  imperialistas y no dudan en apoyar rígidas dictaduras en nombre de la democracia.


Miedo a un enemigo: La seguridad está en juego.


El miedo a un enemigo es una estrategia constante dentro de las relaciones internacionales y la política mundial.  La seguridad es el espectro perfecto para convencer a la gente a renunciar a su libertad en nombre de esta. Se trata de crear un ambiente de terror, miedo e inseguridad que permita un mayor dominio sobre la población, una población completamente despersonalizada, entendida como una masa lista para moldear al gusto.

Margaret Tachter (1925-2013)
Augusto Pinochet habla en un discurso del “Fantasma del Comunismo” como un ejército de ideas diabólicas imposibles de derrotar,  ahora el Marxismo es el enemigo feroz.
Aquí entran en juego, por ejemplo, los llamados ‘delitos de falsa bandera’, una realidad aceptada que consiste básicamente en simular un ataque criminal para poder intervenir militarmente en una determinada zona.
Está claro que el encontrarse en permanente conflicto con otro actor internacional favorece estas políticas. Un conflicto se diferencia de un problema porque uno de los dos agentes enfrentados tiene que ceder para conseguir la solución del mismo, por lo que la creación de un conflicto sólo podrá resolverse cuando el agente A  “gane” al agente B y hasta que eso no ocurra habrá una lucha de fuerzas constante que permitirá a las potencias armarse hasta los dientes y ampliar su ámbito de acción. 
Cuando el gobierno de Margaret Thatcher, primera ministra de Gran Bretaña,  se encontraba en crisis como consecuencia de los efectos de la política adoptada, la victoria en la Guerra de las Malvinas dio un auténtico  vuelco al nivel de aceptación y popularidad de su figura.

Justificación del terror.

Una vez constituido un enemigo, el uso de la fuerza y técnicas de tortura suele justificarse militarmente contra este.  Aparece el concepto de código rojo, una serie de procedimientos que siguen las autoridades en situaciones violentas, al igual que en la película “La batalla de Argel” dónde el coronel Mathieu razona con argumentaciones basadas en la necesidad política el uso de la tortura en los interrogatorios de los prisioneros argelinos, algo así como ‘el fin justifica los medios’. Es decir, si  existe un fin político cuyo último objetivo es vencer, entonces es coherente que se realicen prácticas que consideradas justas para lo que denominan el ‘interés general’, que no es otro que su propio interés.
El problema es que estas políticas represivas no afectan solo a los soldados o a los enemigos propiamente dichos, sino que se consideran enemigos a todos aquellos que defienden unas ideas distintas a las impuestas. Las detenciones a jóvenes estudiantes  y sindicalistas responden a una táctica para infundir miedo y evitar cualquier ápice de rebeldía.  Es particularmente curioso como utilizan el deporte, en concreto el fútbol, tanto para entretener a la población y despertar un sentimiento de unión como para, en el caso de Argentina, que no se escucharan los gritos de los secuestrados en las prisiones.  Este episodio me recuerda a un caso  de España en la época de la transición que contó en una conferencia un militante comunista de la época.  El hombre explicaba las condiciones en la que se encontraban los prisioneros ubicados en los calabozos justo debajo de la plaza de Sol mientras miles de personas celebraban el fin de año tan solo unos metros encima.
Escena de la película 'La batalla de Argel'. El coronel Mathieu encabeza el batallón.

Uso del lenguaje.


Es  relevante cómo las figuras políticas aprovechan el poder del lenguaje y la retórica para argumentar  sus acciones y enfrentarse a las críticas sin perder la imagen que quieren dar a la sociedad.
Se observan dos ejemplos significativos, en primer lugar, durante la ceremonia del Premio Nobel de economía que otorga esta distinción a Milton Friedman en 1976. Aparece una escena dónde un espontáneo le grita al profesor “¡Friedman vete a casa!” a lo que haciendo uso del equívoco e intentando desviar la atención responde: “Lamento este incidente, podía haber sido peor” provocando la risa de los que se encuentran allí presentes y simplificando de esta manera el altercado.

Aparece una estrategia similar en la escena en la que Margaret Thatcher responde ante una comparecencia a los medios de comunicación críticos con ella, dice: “A quiénes esperan ansiosos a que yo haga caso al eslogan favorito de los medios ‘ dar vuelta atrás’, solo puedo decirles una cosa: dad vuelta atrás vosotros si queréis”. Nuevamente se observa la estrategia de soltar frases vacías de contenido apelando al ingenio o el humor para desviar el interés hacia otros derroteros ensalzando así su figura de líder fuerte y carismática.



En definitiva, ‘La Doctrina del Shock’ con todas sus particulares sigue hoy día vigente en las políticas capitalistas disfrazadas de democracia.
Actualmente estamos viviendo una crisis que beneficia a muchos, dónde la ‘salvación’ se encuentra en la adopción de rígidas políticas económicas mediante una llamada a el sacrificio de ‘todos’  mientras aumentan las desigualdades sociales,  la pobreza y se atenta contra derechos fundamentales del ser humano.

Estados Unidos, cuna de la política de Friedman, es el ejemplo más claro de que la Doctrina del Shock sigue siendo válida para imponer una política de guerra justa que mantenga  seguro el imperialismo y  posición jerárquica de algunas potencias en el juego del dominio mundial.

martes, 7 de mayo de 2013

Crowfunding cultural, una alternativa para proyectos independientes


Desde que existe la comunicación, la cultura aparece íntimamente ligada al ser humano y su contexto. Las ideas, el entorno y el  ambiente que rodean a las personas no pueden ser entendidos sin la cultura, algo que indudablemente ocurre también en sentido contrario.
Nos encontramos  ante un romance donde ambas partes se retroalimentan y son de esencial importancia para la supervivencia y crecimiento de su inseparable dualidad.
De ahí que a lo largo de la historia los aspectos culturales constituyan una auténtica piedra angular por la que se sustentan poblaciones enteras, alcanzando algunas sociedades la eternidad.



Crowfunding

Al contrario de lo que pueda parecer, lo que entendemos hoy por crowfunding no corresponde a  un hecho estrictamente nuevo. Es un término anglosajón traducible como «financiación en masa» o «micromecenazgo», por lo que se lo puede considerar como el antecedente más lejano a aquellos antiguos mecenas que se encargaban de  ayudar económicamente a artistas sin medios.
En el siglo XVII,  ya empezó la práctica de financiar impresiones de libros, el llamado subscription business model por el que a cambio de suscripciones se incluía el nombre del que donara que más tarde se extendió a otros formatos como revistas y periódicos.
Micromecenazgo cultural

Joseph Pulitzer
Uno de los crowfunding más importantes fue el que propuso el reconocido editor y periodista húngaro Joseph Pulitzer, que utilizó su posición a través de su diario «New York World» para financiar el pedestal de la mismísima Estatua de la Libertad de Nueva York a través de pequeñas donaciones. En tan solo seis meses lograron juntar más de 100.000 dólares.


El cine y la música también han ido adquiriendo un papel importante en esta parcela. En 1989 el grupo español «Extremoduro» consiguió financiar su primer disco incluso antes de ser grabado, recaudando hasta 250.000 pesetas de las de antes.
Existen cantidad de nuevas alternativas  distintas a las convencionales que permiten la posibilidad de crear y cultivar proyectos culturales emprendedores, así como asegurar el acceso y el disfrute de los mismos. El crowfunding cultural se configura como una plataforma de unión entre el autor, la obra e idea artística y un público  que demanda la satisfacción de su parte más humana, idealista y sensible.
Este público se constituye como un auténtico mecenas que financia el ingenio y la imaginación del creador,  aportándole a este último tanto la compensación económica que merece su trabajo como, y quizá lo más importante, la realización personal que deriva del reconocimiento social de su producción.
Apuesta por Internet
El desarrollo de las tecnologías ha contribuido a facilitar el éxito de este tipo de iniciativas que potencian la cultura independiente.  Esto es algo que conoce de cerca Esperanza Gimeno, una de las fundadoras de la compañía «La Tahona Cultural». Se trata de una plataforma online de crowfunding que cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y  ha conseguido reunir la financiación necesaria para grandes eventos culturales y sociales a través de la red y por medio de micro pagos de los internautas. «Sin internet, tanto la divulgación de los proyectos como el sistema de aportaciones sería mucho más costoso y complicado», reconoce Esperanza.


Pero no solo se  apuesta por iniciativas personales, también se contribuye al mantenimiento, restauración y mejora del patrimonio cultural,  como es el caso del Campanario modernista de Jujol en Creixell, Tarragona, uno de los primeros proyectos con éxito de «La Tahona Cultural».

Cúpula de la Iglesia de San Jaume donde se encuentra el campanario de Jujol
Con las ayudas de las aportaciones de los mecenas se podrá mejorar la estructura y apariencia de este campanario, reformado por última vez en 1917 por Josep María Jujol, arquitecto y aprendiz de Gaudí.

Gran acogida ha tenido también el proyecto del Museo de Evaristo Valle, en Gijón,  algo que  desde esta plataforma online destacan con orgullo.

En España, aunque aún queda mucho camino por recorrer, estos nuevos sistemas de intercambio están despegando con fuerza. Basándose en el modelo web de crowfunding estadounidense y los preceptos de esfuerzo, innovación y originalidad, será  posible hacer de la cultura un bien accesible para todos en un contexto global y sin barreras.


domingo, 10 de febrero de 2013

Insomnio




"Duerme tú que puedes,duerme mientras la sigilosa oscuridad clava agujas ardientes en mi retina, se burla de mi desidia, y viola una y otra vez mi cuerpo sin necesidad siquiera de descubrirlo, agitando desde dentro el corazón. Duerme por mí, fugitivo, que ya hay quién poco duerme porque todo sueña y la noche, centinela de ideas, es tan perecedera...."





Hay estudios que afirman que las personas inteligentes, con mayor capacidad cognitiva, duermen menos y tienden al insomnio. También que suele afectar a la estabilidad de sus emociones. No estoy segura de la base científica de dichas afirmaciones, pero sí de que la magia de la noche, reaviva en cierta manera la parte más profunda, creativa e idealista de nuestro ser. Para los que, como yo, sufren y disfrutan a partes iguales del insomnio, os dejo un vídeo animado de Madama Butterfly con el fin de amenizar la espera hasta la próxima salida del Sol, si la hubiera. 








domingo, 3 de febrero de 2013

Inteligencia fracasada. Teoría y práctica de la estupidez.



Alguna vez os habrán hecho o harán la pregunta de sí os consideráis inteligentes, muchos de vosotros podríais responder: “Depende ¿Para ti qué es la inteligencia?”. Pues bien, dejo claro que a mí esto de catalogar no me hace mucha gracia,sin embargo, debemos comenzar acercándonos a los términos para poder responder con criterio a esta cuestión y sea o no la respuesta positiva, no está de más dejar con la boca abierta al sabelotodo que pregunta o al menos contestarnos a nosotros mismos basándonos en interpretaciones asentadas en el conocimiento y en nuestra propia experiencia .

Para hacer esto más morboso empezaré diciendo que yo NO me considero una persona inteligente, o en todo caso podría decir que mi inteligencia ha fracasado. Cambié de parecer cuando leí una y otra vez el ensayo del filósofo Juan José Marina  “La inteligencia fracasada. Teoría y práctica de la estupidez”.

Diré también que según este prestigioso pedagogo puede ocurrir que “personas en extremo inteligentes, según las pruebas al uso, puedan usar su inteligencia estúpidamente” y ese puede ser el caso de muchos, es posible que no utilicemos nuestra inteligencia, sea del grado que sea, de la mejor manera. Antes de seguir hablando del libro que cambió mi opinión sobre este concepto, haré una distinción de dos tipos de inteligencia:

La Inteligencia Cognitiva: El concepto de “cognición” proviene del latín y significa literalmente “conocer”; la inteligencia cognitiva se refiere a la capacidad de los seres vivos de procesar cualquier tipo de dato con carga informativa a partir de la percepción, el conocimiento adquirido a lo largo de los años  y ciertas características subjetivas que permiten evaluar y apreciar unos aspectos u otros. Como por ahora mi intención no es aburriros ni realizar una tesis sobre la inteligencia, (aún no me veo capacitada) lo diré más claro: aquella que se mide a través de los test de personalidad y el cociente intelectual. Se trata de la manera en que percibimos la realidad, empleamos los conceptos, analizamos los problemas, creamos…. Es decir en teoría es la parte más objetiva de nuestra inteligencia.

La Inteligencia Emocional sin embargo se refiere a otra capacidad: aquella que nos permite identificar los sentimientos, controlar o las emociones, estimularnos… Se trata del poder de la empatía, la capacidad de liderazgo, la resistencia a situaciones adversas, etc.
Ambos tipos de inteligencia o competencias de inteligencia no son en absoluto adversas, se complementan y a mi parecer ninguna está por encima en lo que a importancia se refiere de la otra. Se debe conseguir un equilibrio.
De hecho se puede comprobar cuando nos encontramos, por ejemplo, con una persona que presume de un currículum insuperable o una memoria envidiable pero que sin embargo, no sabe manejar sus emociones o impulsos en el puesto de trabajo.

Puedo ir más allá en el tema del desequilibrio emocional poniendo el caso del sector educativo de nuestra querida sociedad norteamericana en la que sus institutos y colegios en más de una ocasión se han convertido en auténticos campos de atrincheramiento o lugares de cacería dónde alumnos ejemplares y muy “inteligentes” han descargado su cólera o frustración utilizando como blanco de su escopeta a profesores y alumnos del centro. 
 
“La inteligencia fracasa cuando es incapaz de ajustarse a la realidad, de comprender lo que pasa o lo que nos pasa, de solucionar los problemas afectivos o sociales o políticos; cuando se equivoca sistemáticamente, emprende metas disparatadas o se empeña en usar medios ineficaces; cuando desaprovecha las ocasiones; la inteligencia fracasa cuando decide amargarse la vida....” ( Juan José Marina)

Marina relaciona su teoría con lo que ya sabemos del cerebro y defiende que no hay una inteligencia cognitiva y una emocional, cómo hemos visto más arriba sino que habla de “deseos intelectualizados” o “intelectos deseantes” para referirse a las dos  inteligencias antes citadas respectivamente.
Nuestro comportamiento en la sociedad sería pues, una fusión de conocimiento adquirido y afecto, lo que viene siendo como sentimientos inteligentes y sentimientos estúpidos. Es decir,todos nacemos con cierta personalidad adscrita que depende de la inteligencia base, el temperamento personal de cada uno y también el sexo. A medida que vamos conociendo mundo adquirimos unos hábitos difíciles de cambiar, esto me recuerda a una frase que dice algo así como: “Los muebles de una casa se pueden mover fácilmente, mover los cimientos resulta  más complicado”.

Si queréis encontrar respuestas a las preguntas de porqué siempre nos equivocamos, porqué tropezamos una y otra vez con la misma piedra del camino o porqué nos empeñamos nosotros mismos en amargarnos la existencia, os recomiendo la lectura de este ensayo, una especie de teoría científica de la estupidez:  "Inteligencia fracasada. Teoría y práctica de la estupidez".( Pinchad el link)




  ¿ Vuestra inteligencia ha fracasado?