domingo, 25 de marzo de 2012

¿Barra libre o ley seca?


Desde el pasado mes, se ha abierto un polémico debate en el mundo de los medios de comunicación, los profesionales que trabajan en él y aquellos que regulan sus prácticas. La controversia está motivada por la publicación de la Sentencia 12/2012, de 30 de enero de 2012 del Tribunal Constitucional , que resuelve el conflicto existente entre la libertad de información ( Art 20 de la CE) y los derechos a la intimidad y la imagen (Art 18) . La sentencia falla en contra el recurso de amparo interpuesto por Canal Mundo Producciones Audiovisuales, S.A  y la Televisión Autonómica Valenciana, S.A que realizaron y emitieron un reportaje en la consulta de una falsa esteticista haciéndose pasar por una paciente y grabando la voz e imagen de la misma sin consentimiento expresoEl reportaje pretendía sacar a la luz a aquellos que ejercen de profesionales sin tener título. Por primera vez el Alto Tribunal  considera ilegítimo el uso de la cámara oculta como medio de obtención de información dentro del ámbito periodístico, lo juzga excesivo apelando a que dentro de la libertad de información amparada constitucionalmente, existen ciertos límites que se escapan de esta protección.

- Veracidad
- Interés General
-  Relevancia pública

Son los requisitos que se demandan para considerar lícitas estas prácticas. La veracidad puede ser en ocasiones fácilmente contrastable, pero, ¿qué es lo que se considera interés general o de relevancia pública? ¿ Esta sentencia limitará la acción de los periodistas o, será positiva para motivar la autorregulación que evite el abuso que algunos programas, sobre todo del corazón, hacen de ella para asuntos morbosos e irrelevantes? ¿La barra libre y ausencia de calidad de estos reportajes provocará que entre en vígor una ley seca que nos afecte a la hora de hacer nuestro trabajo? 
En las jornadas sobre la cámara oculta promovidas por la Federación de Asociaciones de Periodistas en España ( FAPE)  celebradas los días 20 y 21 de este mes se abrió debate sobre estos y otros asuntos. Gabriel Cruz, reportero y periodista de Telecinco, defendió el uso de este método y animó a los jóvenes periodistas a luchar por él con la calidad y la profesionalidad como principales armas. Puso algunos ejemplos en los que no hubiera sido posible desenmascarar grandes redes ilegales o prácticas criminales sin una labor investigadora previa, y una cámara oculta después. Reconoce que si esta sentencia no es independiente a las que están por llegar, los periodistas se encontrarán menos amparados que un ciudadano de a pie que grabe cualquier situación con su teléfono móvil y lo mande a un medio de comunicación. Además la injerencia en el periodismo español de otros países que no limitan esta herramienta ya se está empezando a notar.
Célebre es el caso de "Cabeza de Turco" en la que Günter Wallraff, periodista alemán también conocido como el periodista indeseado, se hizo pasar por un inmigrante turco para desenmascarar el trato xenófobo y discriminatorio que sufrían los inmigrantes de Alemania Occidental en la década de los 80.
No es posible hablar de Periodismo de investigación sin citar a Antonio Salas, pseudónimo de un periodista que, jugándose su propia seguridad e integridad física se ha introducido en organizaciones terroristas, redes de tráfico humano y grupos violentos para sacar a la luz sus prácticas ilegales con publicaciones como El año que trafiqué con mujeres o “ Diario de un Skin” .Desde entonces Antonio Salas oculta su verdadera identidad por posibles represalias.

Antonio Salas como Muhammad Abdallah en su infiltración como "El Palestino"
Los más apocalípticos piensas que esta sentencia afectará gravemente la labor de investigacion de los periodistas, convirtiéndose en meros transmisores de la información o mercenarios al servicio de los grupos de poder; otros aluden simplemente a que es una sentencia independiente que no perjudicará a los demás casos, algunos, sin embargo, piensan que no utilizar este medio no influye a la hora de realizar una buena labor de investigación ya que se pueden utilizar otros medios alternativos que no atenten contra la intimidad de nadie.
Beatriz Elorriaga, Portavoz adjunta del Grupo Popular de la Comisión de Control de RTVE dice que los periodistas no tienen que ser espías, que eso corresponde a las autoridades que se encargan de ello. Que el periodista debe presentarse como periodista. Esta bien, los periodistas no son policías, sin embargo si tienen la capacidad de denunciar públicamente hechos que posteriormente serán investigados y debidamente juzgados. Hay casos en los que, sin una labor periodística previa, las autoridades hubieran hecho caso omiso, veáse el documental de  “El precio de un niño”, que demostró la compraventa de bebés en algunos países como Marruecos para su posterior adopción en España, en este caso, como en muchos otros, no hubieran conseguido el mismo resultado los periodistas si se identificaran como tal.
Soy de las que piensan que un periodista debe ir más allá de lo que se ve en la superficie, debe excavar hasta aquellas informaciones que no quieren ser expuestas públicamente, debe encargarse de expresar aquello que no se quiere decir, sirviendo como puente al ciudadano y formando una opinión pública libre y debidamente informada utilizando cualquier medio que esté en nuestro alcance, siendo el último recurso por su susceptibilidad la cámara oculta. Eso sí, todo esto sin caer en el periodismo amarillo, en el morbo y en las prácticas inmorales que atenten contra la dignidad de las personas.

Pero ahora, tras este toque de atención del Tribunal Constitucional nos preguntamos: ¿ Quién legisla estas prácticas? ¿ Se debe abogar por leyes en el Parlamento o por la autorregulación?
En este punto tanto la FAPE, la Comisión de Control de RTVE, y la mayoría de periodistas que se han posicionado sobre este tema consideran la autorregulación como la mejor vía de control. Rafael Mendizábal ex magistrado del Tribunal Constitucional concluye con que “ legislar en el fondo es limitar” y hoy día aunque se quisiera es imposible e inconveniente legislar el amplio abanico de actuación de los medios de comunicación. 
El periodista, si no quiere caer en el amarillismo y la falta de profesionalidad debe valorar si su labor sobrepasa o colisiona con otros derechos y adecuar sus prácticas a la responsabilidad que requiere su actividad. Los medios deberían optar por un código deontológico que controle el ejercicio de sus trabajores en defensa del buen periodismo, del periodismo de calidad y no de los datos de audiencia o por cualquier otro interés extraAlgunas grandes coorporaciones como TVE ya han limitado el uso de cámara en su manual de estilo.
Una vez más las malas prácticas de un grupo limitan el buen hacer de los profesionales de verdad.
Os dejo algunos consejos muy recomendables de la mano de Javier Chicote sobre la manera de realizar un reportaje de investigación de calidad: 


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