viernes, 2 de marzo de 2012

Los reconocidos hijos bastardos





A propósito de la entrada en vigor de la cuestionable 'Ley Sinde-Wert' el pasado 1 de Marzo, aprovecho para hablaros de ' Rip! A remix manifiesto', una película documental dirigida por el ciberactivista  Brett Taylor que trata la polémica del coypright en la era de la información, la discusión surgida de la a raíz de algunas visiones tradicionales que consideran el Mashup o web híbrida como algo ilegal. El mashup es la aplicación utilizada por ejemplo, en la web de fotografías Flickr con el objeto de poder organizar y compartir de esta manera imágenes entre usuarios de distintos puntos geográficos del mundo.
El tema central de la obra es la evolución del concepto de derechos de autor a través del trabajo de Girl Talk, músico que basa sus canciones en samples o sonidos originales grabados de otras bandas otorgándolas de esta manera su propia forma expresiva.  Con más de 40. 250 seguidores en la red social twitter, Gregg Gillis, como así se llama este joven, pone a bailar a todos aquellos que disfrutan y valoran su trabajo, que no son pocos. 

El documental plantea los problemas que surgen entre los que consideran que la labor de Gillis es piratería y los que respetan y defienden el hecho de integrar y modificar trozos de otras obras para reinterpretarlas creando una obra derivada.
Su trabajo se basa en productos elaborados, textos musicales de otros autores que actualiza y versiona alterando el orden normal de la creación, estableciendo así un híbrido creativo como resultado final a la concatenación de textos. La tecnología en estas prácticas es fundamental ya que proporciona las herramientas básicas que hacen posible combinar, visualizar, añadir y compartir estos elementos. De hecho, hay que recordar que Internet se concibió como redes de ordenadores interconectados cuyo objetivo fundamental era compartir información. Además de Girl Talk, muchos otros compositores que conforman la cultura remix de este siglo utilizan esta técnica musical que consiste básicamente en reutilizar sonidos previamente grabados para reutilizarlos, es lo que se denomina muestreo o sampling y responde a la metodología consistente en producción creativa de textos. Incluso se ha llegado a crear un género que algunos llaman ' Bastard pop'  una manera de usar la intertextualidad aunando bases rítmicas con trozos de canciones o voz a capella.



Gregg Michael Gillis (@girltalk)

El hecho de que utilice ideas primigenias para realizar otra lectura con ellas no significa que lo que hace no sea original en cuanto a que aporta algo novedoso,ya que le proporciona su propio sentido, un nuevo sentido. El valor técnico y artístico de la obra, lejos de estar ausente puede llegar a enriquecerse con talento. Es por tanto, totalmente razonable considerar a este músico, un autor en tanto que su trabajo final despierte unas sensaciones o responda a unas demandas diferentes a las de los trabajos originales. El público tiene la experiencia suficiente como para discernir las canciones primitivas de las versionadas.

Resulta paradójico como una de las compañías de medios y ocio más grande del planeta, ‘The Walt Disney Company’ exija ampliar los plazos de copyright, cuando creció a base de adaptaciones de cuentos e historias que formaban parte de la propiedad pública. Es decir, su política apoya las normas de propiedad intelectual de manera ferviente a pesar de que sus creaciones procedan de otras. Una vez más nos encontramos con excesos de poder de las grandes corporaciones frente a la libertad de expresión y creación de los de más abajo.
Uno de los puntos del ‘manifiesto remix’ es que ‘ La cultura siempre se basa en el pasado’, si se ahonda en esta expresión uno se da cuenta de que es cierto, da la sensación de que nos encontramos en un bucle dónde la innovación y la riqueza cultural se basa en la variación y perfeccionamiento de una masa ya creada, sería casi imposible desprendernos del pasado porque lo hemos interiorizado. Esto no quiere decir que no podamos concebir una obra fundamentalmente original, eso sí, en la cultura de nuestro tiempo siempre quedarían matices de creaciones anteriores, aunque fuera de manera inconsciente.

La idea de un dominio público sería importante en el sentido en que las personas serían así libres para crear y acceder a bienes intelectuales. Libres para disfrutar de la cultura, que en definitiva, es el manifiesto de la sociedad y se relacionan de tal manera que no se pueden pensar la una sin la otra. 
Aunque les duela a los más nostálgicos e inmovilistas, los tiempos cambian y hay que adaptarse a los cambios.

Primera parte del documental  con subtítulos en castellano.

2 comentarios:

  1. Es un ejemplo claro de la delgada línea entre la piratería y la libertar reproducción de la que muchos se aprovechan para sacar partido (de ahí que ya vimos la estridente caída de los principales responsables de la SGAE). Lo vi hace tiempo y me gustó bastante :)

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  2. Tienes razón, muchas veces quedan vacíos legales debido principalmente a la inmensidad de la red, amplitud de la cultura,globalización... y de esas brechas se aprovechan los de siempre. ¿" La mejor ley es la que no existe"?

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